Humedezca la prenda sosteniéndola sobre el vapor de agua limpia hirviendo. Cuidado de no quemar la prenda. Coloque la tela entre dos toallas limpias y planche mientras esté húmeda.
Para remover el carbón de la ropa, humedezca la mancha con un poco de agua. Frote con jabón líquido y entonces agregue unas gotas de amoníaco. Enjuague el área manchada, y lave en máquina la prenda con agua caliente. Si la tela no es lavable, utilice una esponja con agua para remover el jabón líquido y amoníaco.
Si las cenizas caen en su alfombra, aspire inmediatamente. Para quitar las cenizas de la ropa, primero humedezca la mancha con agua. Frote un poco de jabón líquido y agregue algunas gotas de amoníaco. Si la tela es lavable, enjuague la zona manchada quitando la ceniza de la prenda y humedézcala con agua. Frote con jabón líquido y agregue unas gotas de amoníaco. Si la tela no es lavable, utilice una esponja con agua para limpiar la mancha y enjuague.
Hervir en una olla hojas de laurel, coloque la ropa cuando este hirviendo y déjela enfriar, si no le queda bien repita la operación.
Si la tela es lavable, aplique un quitamanchas. Frote con jabón líquido y lave la prenda. Para tela no lavable use un solvente de aceite.
Si la tela es lavable, aplique un quitamanchas y lave la prenda. Si la tela no es lavable, pruebe un solvente de aceite. Rocíe el solvente en la mancha, deje secar y limpie.
El cloro elimina el moho al contacto y es muy fuerte sobre cualquier superficie, por lo que se sugiere utilizar guantes. Si la tela es lavable, agregue un poco de cloro al agua con jabón y lave profundamente. Si utiliza una pequeña cantidad de cloro, no debería afectar el color de la prenda, pero le sugerimos hacer una prueba primero. Si el moho es muy intenso, puede dañar la tela. Cepille la mayor parte posible del moho (al aire libre) y lave la prenda con cloro y agua. Para tejidos no lavables deberá llevar a la lavandería.
Para tela lavable: Método 1: Prepare una pasta de sal y vinagre. Frote la pasta en la mancha y deje actuar por 30 minutos. Lave la prenda. Método 2: Aplique una mezcla de sal y jugo de limón, y deje secar en el sol. Enjuague. Método 3: Hierva la prenda en una mezcla de un 1 cuarto de agua y 8 cucharaditas de crema de tártaro (utilice más solución en prendas grandes). Enjuague. Método 4: Pruebe lavando la prenda con blanqueador. Para tejidos no lavables, lleve a la lavandería.