Remueva la mayor parte posible del excremento con una cuchilla sin filo. Si la tela es lavable, pre-tratar la mancha con un quitamanchas y lave la prenda con detergente y agua. Enjuague bien. Si queda algún resto, utilice una esponja con agua y vinagre blanco. Enjuague. Si la tela no es lavable, llévelo a la tintorería.
Primero aplique glicerina o un quitamanchas y deje actuar. Enjuague. Si quedan restos, enjuague con una mezcla de agua y alcohol a partes iguales con unas pocas gotas de vinagre blanco. Si la mancha resiste, aplique una pasta de enzimas digestivas. No permita que se seque. Enjuague. Si la tela no es lavable, lave con una esponja. El alcohol es extremadamente inflamable y puede decolorar la tela.
Remover todo lo posible los restos del insecto. Enjuague la mancha con una solución de vinagre y jugo de limón (mitad agua). Si es necesario, humedezca la mancha y aplique una pasta de enzimas digestivas; no deje secar. Remueva la pasta y lave la prenda, o en el caso de tela no lavable, enjuague (puede utilizar una esponja) sacando la mancha completamente.
Use una esponja con alcohol (Haga una prueba para comprobar que no daña la tela). Si no es posible, enjuague con vinagre blanco. Si no funciona este blanqueador, y la tela es lavable, use un blanqueador comercial. Lave la prenda. Precaución: el alcohol es extremadamente inflamable y puede dañar los colores.
Use un solvente de aceite para ablandar la savia. Rocíe un solvente en la mancha, deje secar y limpie. Si la tela es lavable, lave con detergente.